Luna Nueva inspiradora.



Hoy escribo desde Navaluenga, un pueblo muy cerca del Embalse del Burguillo y por el cual pasa el Río Alberche y con su Puente Románico me ha inspirado de una manera especial para empezar a explicaros el queso de hoy, que es Luna Nueva.

                                                         Todo comienza con...
Luna creciente
queso menguante

luna nueva
queso fresco

luna vieja
queso añejo

luna llena
de queso.

Después de un beso
un buen queso
de luna añeja.

Es uno de los quesos más delicados que podemos ver en todas la elaboraciones de los quesos, por lo que estos versos explican la delicadeza con la que se hacen los Luna Nueva de Elvira García. Son quesos lácticos muy suaves y hechos con una paciencia increíble ya que se moldean con cucharón muy poco a poco para que la cuajada no se rompa y finalmente se cree esa untuosidad que se aprecia en el queso una vez se cata. 
El queso se deja un día acidificando con los fermentos que después le darán esa corteza tan peculiar y el poco cuajo que necesita para cuajarse. Al día siguiente se empiezan a moldear y a formar estos quesos; se van volteando para desuerar por completo y se dejan dos días en el obrador a la vista de Paco para finalmente salarlos y dejarlos unos días más para que la corteza comience a formarse. Entonces están listos para meterlos en la cámara y afinarlos con la misma delicadeza con la que comenzó todo el proceso.
También está Luna Negra, la cual se cubre con ceniza una vez se ha salado. Esta otra forma de hacerlo le da un toque diferente por las sombras oscuras que le da la ceniza en la corteza.

Se trata de un trabajo que hay que valorar, ya que cualquier cosa en el proceso de elaborar o incluso en el de obtención de la leche puede variar todo el resultado final.




Comentarios

Entradas populares de este blog

"Granizo" en La Rueda del Cabriel

Desconectar y solo queso

Quesería Los Corrales de Almedíjar