Quesería Los Corrales de Almedíjar

Llevo ya mucho tiempo fuera de casa, fuera de mi clima de la Comunidad Valenciana y lo echaba de menos, he llegado a caer en Castellón, más concretamente en Almedíjar situado en la Sierra de Espadán. Aquí se encuentra la Quesería de Los Corrales, una quesería artesana con más de 28 años de práctica en el mundo quesero, con quesos sumamente personales y con un maestro de la vida que se llama Ángel, que junto con su mujer Maite, montaron este lugar en un pequeño pueblo. 

Todo comenzó hace más de 25 años con una quesería que montaron ellos en una casita que se llamaba Los Corrales y en la cual trabajaban leche de vaca, con queso fresco y pasta prensada, con apenas renombre e ideas definidas para sus quesos; años después introdujeron la leche de cabra  y finalmente la leche de oveja hace unos 13 años, dejando atrás los quesos de leche de vaca y centrándose en el ganado más cercano. 

De aquí salió el queso Peña Blanca, de leche cruda de oveja Lacaune y también se hace con oveja Guirra, láctico y con una corteza peculiar que le viene del método de elaboración, ya que al desuerar por completo y después al día siguiente darle un ligero prensado, se consigue así una pasta uniforme y con una capa protectora muy diferente a los quesos que estamos acostumbrados a tomar. Hoy ha sido uno de las elaboraciones que hemos hecho y ha resultado ser otra forma totalmente diferente a lo que llevo visto hasta ahora.  Pero la verdad que muy interesante y útil para hacer queso de la tipología de Ángel. Una vez está el queso hecho, se sala a mano uno a uno y en la cava se van volteando hasta los 30 días, y hasta los 60 se va madurando y creando esa corteza tan característica que sorprende nada más verlo, tan cremosa y viscosa, pero con unos aromas y texturas alucinantes, con muchísima personalidad. En boca es también muy característico, ya que es persistente y potente, ácido y algo picoso, pero a la vez muy elegante y sutil, totalmente agradable en el paladar

En fin, un forma diferente de hacer queso, siempre se aprende algo nuevo y además si es al lado de un maestro con Ángel y las personas que tiene en la quesería trabajando con él.

Además se puede visitar la quesería y comprar en la tienda que tienen justo en la entrada, pienso que dar una vuelta por las montañas de la Sierra de Espadán y después comprar algo de queso artesano para comer junto a tus amigos en mitad de la montaña, no tiene precio.